A día de hoy cada vez más las parejas se alargan más y más sin sentido alguno, solo porque uno de los dos tiene la necesidad compulsiva de vivir con alguien, y si no, no conciben la vida solos.
Es cierto que a la hora de darse estas situaciones, hay diferencias de cuando el chico es el que tiene más miedo a estar solo, o cuando la chica lo tiene.
En un principio cuando el chico tiende a sentirse solo y vulnerable, suele mantener relaciones de pareja donde él va a necesitar hacer sentir inferior a la otra persona, ya que si no siente correr el riesgo a que le dejen, es por eso por lo que en esta situación comienzan a darse situaciones de celos patológicos, donde el chico no puede tolerar que su pareja pueda tener vida social, lo que genera cada vez más inseguridad a la otra parte. Es así como poco a poco de parecer una pareja feliz de primeras, los dos con proyectos de futuro comunes, con el tiempo la parte que se enamora del posible maltratador acaba haciéndole la vida imposible a la otra parte, dejándola sin ningún tipo de auto valía, ni seguridad en ningún área, motivo por el cual, esta persona acaba siendo más dependiente de esta persona maltratadora, consiguiéndose así el objetivo principal del maltratador, es decir poniéndola en un punto de necesidad permanente y haciéndole pensar que necesita de él para sobrevivir a pesar del caos al que le ha llevado con el tiempo.
Es por dicho motivo por el que es tan difícil salir de este tipo de relaciones, ya que es como un postre muy dulce pero con sabor muy amargo al final, pero que al final la persona no acabó siendo consciente del amargor, lo que da lugar a que esta relación que al principio parecía tan perfecta poco a poco vaya volviéndose en un laberinto sin salida gracias a los dotes de manipulación del maltratador. Sin embargo hay veces que siendo la víctima consciente de la situación en la que ha acabado, muchas veces es el miedo al ataque del maltratador lo que genera que esta situación se perpetúe mucho más tiempo.